Historia de Bugatti
El nombre de Ettore Bugatti se puede asociar a la palabra artista dentro del mundo de los automóviles. Nació en el seno de una familia de artistas italianos y se graduó en la academia de bellas artes de Milán. Aunque demostró su talento en el campo de la ingeniería, la manera en que realizó sus obras maestras eran más una cuestión de arte en lugar de cálculos matemáticos. Posiblemente, Bugatti sea uno de los nombres más prestigiosos en el mundo del automóvil.
Empezó su carrera haciendo triciclos a motor en una fábrica de bicicletas. Su primero coches. El Type 1, se construyó en 1901. Posteriormente se puso al servicio de varios pequeños fabricantes de coches y de paso fue diseñando algunos por su cuenta. En 1909, estableció su propia fábrica en Molsheim, una pequeña población de Francia cerca de la frontera de Alemania. Por ello, se asumió que Bugatti era un fabricante de coches francés. Ya por entonces, ya había completado su décimo coche, el Type 10, del cual se vendió hasta 10 unidades. Al año siguiente, se vendieron 75 unidades de una versión más moderna de este vehículo.
Sin embargo, su reputación se estableció en las carreras. Diseñó varios coches muy populares, desde el Brescia, el cual llevaba al imbatible Type 35. Este último ganó más de mil carreras y sigue siendo reconocido como un campeón en el mundo de las carreras incluso hoy en día. Por otro lado, Bugatti siguiendo su línea artística, insistió que todos sus coches, incluyendo los de carreras, fueran bonitos y elegantes.
Antes de la guerra, Bugatti ya se había establecido como una de las marcas de coche más importantes. Solo Rolls Royce podía rivalizar con el, aunque la fuerza de Bugatti estaba en los coches deportivos en vez de los coches de salón. Esta reputación se fue con Ettore Bugatti el cual murió en 1947. La compañía siguió haciendo coches después de la segunda guerra mundial, pero no se hizo nada resaltable. Al poco tiempo fue transformada en un fabricante de motores aéreos.
En 1987, el italiano Romano Artioli compra la marca Bugatti y construye una moderna fábrica en la “capital de los coches deportivos”, Modena, Italia donde otras famosas marcas como Ferrari o Maserati están localizadas.
En 1998, Volkswagen compra la marca Bugatti. Muchos más coches se han construido desde entonces, destacando el Bugatti Veyron 16.4, dando lugar a un deportivo de élite.